29 nov 2007

Tengo....

Tengo letras que son casi lo primero y digo casi porque tengo también rimas, risas y prisas.
Tengo amigos. Y acá hago un alto. Tengo que hacerlo. Porque me llenan la vida. Me leen las letras, me preguntan las preguntas que no quiero responderme. Ale. Martín. Cele. Vero.
Tantos que van y vienen. Y tantos que siempre se quedan. Tengo tantos amigos que no nombro y me dan vida. Y una naranja que últimamente me dio un par de empujones para arrancar y un sopapo de palabras que me pusieron en mi lugar. ¡Aten a la loca pero no se la lleven lejos que la voy a extrañar!
Tengo el recuerdo de la paz más mansa de dormir en mis brazos a mi ahijado. Hermoso. Chiquito. Te quiero tanto bebito.
Y tengo desorden en mi casa y algunos terrenos baldíos en el alma.
Tengo una ciclotimia importante y no tengo ganas de cambiar.
Tengo poca paciencia a veces y más de la necesaria casi siempre.
Tengo unos rulos peleadores y unas curvas medio indecentes. Los ojos los tengo verdes, a veces esquivos y a veces con brillo. Los pies chiquitos, las manos prontas y las uñas desprolijas.
El carácter lo tengo de a ratos un tanto templado, la fama mala y puesta a dormir y los escudos siempre asomando.
Tengo una casa nueva y una fiesta inminente. Un balcón a la intemperie y luz de luna en mi cama blanca.
Tengo extrañas formas de estar ausente y a veces tengo pocas ganas de estar presente.
Tengo un hermano ingeniero que tiene un gato asesino y una esposa sencilla. Una madre ferviente que me roba el alma y por la que doy la vida. Y tengo un padre. Mi viejo que me llama hoy después de tener un pelea ayer y me manda el orgullo a la cucha cuando me dice “Te amo hija” delante de un mundo de oyentes.
Te amo . Te tengo. Que dicha.
Tengo también ansiedades.
Tengo aislamientos amarretes que me dejan hipotecada a algunas noches infinitas. Nada sana sin antes haber herido. Tengo frases que recién empiezo y ya se me olvidan. Metáforas que se repiten en círculos cuando a veces tengo miedo de no ser querida.
Tengo más de cuatro sueños pero los trato de bichos.
Tengo por huésped a la libertad y como vecina nómade a la soledad.
Tengo historias cerradas. Algunas antes de empezar. Tengo algunas camas a las que nunca voy a dormir y algunos brazos a los que no voy a abrazar. Y tengo un fantasma que ya no se cuela en las noches a moverme las pesadillas. Tengo cajones vacíos de antiguas cartas de amor, algunos golpes mal dados y un par de huidas a tiempo. Tengo la mala costumbre de quedarme a dormir en almas ajenas, de robarme ojos con dueño. No hago nido. No tengo hace tiempo en mi agenda una muerte por amor. Tengo una sombra que se asombra cuando brillo y un pasadizo secreto escondido en mi ombligo.
Tengo la suerte de no clavar puñales por la espalda. Aunque tengo en mi prontuario denuncias anónimas de un par de corazones destrozados.
Tengo algunos cargos de conciencia poco pesados y varios miedos recargados. Tengo hábitos nocturnos y en general buenos tratos.
Tengo la mala sangre de tener gente a cargo y la sangre fría de llevar dedos ensangrentados.
Tengo frío a veces en verano y deseos que se andan soltando.
Tengo unas cuantas certezas distraídas, unos ojos que esta tarde no se resignaron a no mirarme porque todavía se tientan con sentirme el olor a jazmín. Tengo la distracción de olvidarme de algunos hombres y unos cuantos hombres que han me han olvidado casi al descuido.
Tengo la insolencia de sentirme a veces vacía y una tendencia importante a morirme de de risa. Tengo charla fácil, muchas vueltas y pocas ganas de jugar a las muñecas. Tengo ceniceros llenos de adicción al cigarrillo, enquistada la fobia a las aves, masculina la forma de tomar fernet y una fantasía loca con un pseudo cantante de rock.
Tengo un ego a veces demasiado impertinente y una dulzura que se disimula en esta imagen tan independiente.
Tengo la buena fortuna de no creer en la suerte y unas cuantas vueltas de tuerca pendientes con eso de creer en algo de lo que dice el destino.
Tengo nochesdías que ya terminan, noches que no llegaron y soles que iluminan.
Tengo varias fotos que no revelan, un par de tickets a la luna y un dibujo en el que salí casi igualita