15 ago 2006

Supongamos

Supongamos que somos amigos. Lo creemos. Esta bien que así sea. Supongamos que el miedo es confundirnos. Sólo eso. Entonces también supongamos que los siguientes diálogos nunca existieron.

C:- Tenés fiebre. Andá a tu casa.
XX: - Caminemos. Agarrate de mí.
C:- En serio no me ofendo. Andá a la cama
XX:- Hace tiempo no te veo. Estas más morocha? Estas más hermosa? Tocáme de nuevo
la frente...... Definitivamente quiero quedarme.


Otro
XX:- No quiero que te confundas.
C: - Yo no me confundo. Y vos?
XX:- Me siento un pelotudo.
C: - Haces bien.
XX:- Andate. Mejor me voy yo.
C:- Mejor quedemosnos los dos.


Otro
XX:- Para mi no es tan fácil separar las cosas.
C:- Para mí tampoco. Pero es lo que nos queda.
XX:- No quiero lastimarte.
C:- Paradójicamente me siento segura.
XX: Te quiero más que a mis manos.

Otro:
XX:- Hoy estoy con fiebre. Pero te llamo y voy otro día.
C:- Ok. Te espero. Bye.
1 semana después y agradeciendo por lo bajo que no vino ni llamo, pienso "esta bien su ausencia. Esta vez le tocaba a él confirmar que sólo somos amigos" o eso suponemos.

De fondo y a lo lejos sonaba "Moon River" de Frank Sinatra .